Pedos.
Nunca en todo este tiempo pude tirarme uno
Estando con vos
Y no es que no los conozcas, que no los hayas padecido
Pero esos,
Solo fueron accidentes en el medio del relajo de la noche
Alguien me dijo alguna vez:
“no podría estar con un hombre que no se tire pedos al lado mío”
Pero esa es una frase tramposa
Un ardid, casi un permiso velado, una confesión
Es lo mismo que decir: “yo también me los tiro”
Y ahí está la cosa.
Mil veces me pregunté si sería capaz de bancarme un pedo tuyo…
No esperes comprensión, mi amor, si disfrutás estar conmigo
Aguantáte, cerrá el asterisco y como una dama
encerrate en el toilette y partí los azulejos,
despintá las paredes y despertá a los demonios.
Pero por nada del mundo permitas
que huela el estruendo de tus tripas,
el desenfado de tus malestares
Ya no podría mirarte a los ojos,
Ni siquiera respetarte
Dejarías de ser mi hada
Mi alma gemela, mi vida
Y te convertirías en un puerco
En un tarro de basura
En algo digno de ser degollado
En un mal recuerdo
En olvido
En nada
martes, 25 de mayo de 2010
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