sábado, 8 de octubre de 2011

MOCOS

Demasiadas veces lo mismo. Demasiadas noches igual y demasiadas mañanas parecidas. Acido sulfúrico en la boca. Acido sulfúrico en el culo. Dolor de cabeza, frío, calor, remordimiento, y ganas de volverlo a hacer. Es un mundo repleto de idiotas. ¿Porqué iba a ser yo diferente? Son 44 años de vida y ¿cuántos quedan? Seamos optimistas al menos esta vez: ¿30 más? Dios! Como dijo Springsteen el día que ganó un oscar: “todo lo que viene ahora será cuesta abajo”. Un genio.
Te mirás al espejo y ves un montón de mierda. No te ilusiones. Recién detrás de esa mierda estás vos. Así es la vida, generalmente. Luchar para no quedar ahogado entre la mierda circundante.
Ayer mientras iba a cenar a casa de un amigo quise atropellar a no menos de 4 motoqueros. Así dicho parece una locura. Pero merecían ser aplastados. Buenos Aires es obra del demonio. Es una ciudad destruida por la desidia. Fachadas de negocios, casas y edificios grafiteados, postes y paradas de colectivos agredidos con pegatinas que van desde, un hijo de puta que ofrece $400 por día por tirarte pedos, hasta un candidato político que promete mantener limpia la ciudad! La política es basura. Los políticos Argentinos dejaron de existir y solo quedaron sus restos para bailar en un espectáculo patético frente a un oficialismo que hace las veces de DJ. ¿Qué le va a pasar a este país? No lo sé. Seguramente nada bueno.
No puedo ser optimista, ni siquiera cuando las cosas van bien, así que imagínense cómo debo estar en vísperas del desastre. Porque se viene un DESASTRE. Está bien. Las cosas tienen que volar por los aires. Pero bien voladas a la mierda. Y una vez que vuelan, no vuelven más. Allá están De La Rua y el Turco a los tumbos por la estratósfera…

Cuando llegué a casa, anoche, me tiré en la cama y el sueño me prometió un remanso. Hoy me desperté y todo sigue dando vueltas en un remolino interminable. Argentina 4 – Chile 1. ¿Y? No me rompan las pelotas! ¿A quién le importa? Si la cosa sigue así, la pelota oficial del próximo mundial será la cabeza de Angela Merkel!

Hablando de Merkel, ya ni me acuerdo cuándo fue la última vez que me pegué un zaque. Me acuerdo porqué resultó ser la última vez, pero no recuerdo con exactitud, cuándo fue… ahí van mis neuronas con De La Rua y el Turco… últimamente no recuerdo muchas cosas. Se van perdiendo en el camino. En 30 años más probablemente no me acuerde ni de limpiarme el ojete después de echarme un cago. Demasiada vida, para una vida así.

Cuando digo estas cosas siempre hay alguien que me dice que no sea bestia, que si no pienso en mis hijos. La verdad que no. O acaso ellos están pensando en mi en ESTE momento. Ya lo dije: Es un mundo repleto de idiotas.

Ah, casi me olvido. Hace unos meses volví a comerme los mocos. No puedo dejarlos. No solo me encantan, sino que además desatan una hermosa sucesión de pequeñas sensaciones encadenadas que me devuelven al patio del Quilmes High School, cuando era chico y las propiedades de mi disco rígido indicaban que aún tenía por delante un montón de espacio libre. Hoy ya utilicé la mayor parte de ese espacio y así y todo, todavía no soy capaz de responder con certeza casi ninguna pregunta.

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