domingo, 14 de febrero de 2010

NO IMPORTA

NO IMPORTA
A veces tu cuerpo me tira señales, y que esas señales cambian
No sé qué les pasa, pero nunca se quedan quietas.
Son escurridizas, como si fueran transmisoras nómades del placer.
Pero así está bien, es más entretenido, menos previsible, más humano,
menos mecánico.
Tenés un cuerpo divertido amor.
Un cuerpo con infinitos recorridos,
con incontables senderos y pasadizos.
Mis manos, mis dedos, mi lengua y mi boca te atacan
como sensores tratando de descifrar tus reacciones.
Y a veces, cuando estoy perdido, generosa e interesada me vas guiando.
Ayer fue tu entrepierna y la otra tarde tu muñeca.
Y donde siempre encuentro algo es en tu cuello.
Pero nada nunca es seguro.
Todo es como un eterno juego, mío y tuyo.
¿Te diste cuenta lo bien que lo estamos haciendo últimamente?
Volvimos a ser como dos chicos sedientos.
Y cuando te pregunto “porqué será”,
vos me respondés “no importa”.
Tenés razón.
No importa.
En realidad, nada importa cuando dos cuerpos son capaces de incinerarse mutuamente. Vos más húmeda, yo más duro, los dos en estado puro.
No sé si es tu piel la que cambió o es la forma en que la percibo,
pero la siento más suave, más transparente,
si es que eso es posible.
Y tengo miedo de hacerte daño, porque es tanta la fuerza y el descontrol
que a veces puedo llegar a odiarte, por hacerme tan vulnerable.
No soy tan fuerte ¿lo ves?
Si al final, siempre terminamos abrazados.

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