domingo, 13 de junio de 2010

ARGENTINA POTENCIA

Hoy me bajé del 152, y mientras caminaba por la Plaza San Martín pensaba en esas pantallas gigantes que puso Macri para que la gente pueda ver los partidos del mundial. Los políticos no tienen cara. Insisto: son todos una mierda. Del primero al último. Los de izquierda, los de derecha, los del centro, los de Capital, los de Provincia, los de “Las Provincias”. Una basura. Y ahora este hijo de puta se prende en el pan y circo del Mundial con un descaro insoportable. ¿Nadie le dijo, por ejemplo, que llegó el invierno y que todavía hay escuelas sin gas? “Va a estar bueno Buenos Aires”. Pero son así, y no los vamos a poder cambiar. Es un verso todo eso de que con el voto podés castigar a los que hacen las cosas mal. Cuando el 100% de las boletas son pedazos de papel higiénico usado, lo único que podés hacer es cambiar mierda por mierda.
Ayer en la tele mostraban como en José C. Paz, los consejales les repartían casas a sus familiares sin ningún tipo de vergüenza. Y miraban a las cámaras y defendían lo indefendible con esas caras de piedra que habría que romperles a mazasos.
Después tenés a los barras bravas oficialistas yendo a Sudáfrica como si nada. Cuando yo tuve que sacar el pasaporte, una conchuda me volvió loco porque el DNI tenía dos hojas rotas y pegadas con cinta scotch. “Esto es un desastre, así no lo puedo dejar iniciar el trámite”. ¡Qué puta, Dios mío! Al final me rendí y llamé a un amigo, que me pasó un número de teléfono al que también llamé y en dos semanas tuve mi pasaporte sin hacer ni un minuto de cola. Eso sí, garpando lo que el DNI no vale.

Y lo que pasa es que al final te rendís. Tanto los ves y tanto te rompen las pelotas con que ahora sí las cosas van a cambiar, que un día estás mirando la tele después de cenar y sin que te des cuenta decís: ¡qué grande este tipo, yo lo voto! En ese momento acaban de cagarte arriba de la cabeza otra vez. Duhalde ahora es un estadista. El Pingüino tan mal no estuvo, después de ver a esta yegua. La Gorda habla y te convence. El Colorado parece serio y Mauricio es un empresario que no va a robar (y además sacó campeón a Boca).

Pero no importa macho. Ahora el Pro es futbolero y popular y los K reparten decodificadores como si fueran caramelos. El fútbol es pasión de multitudes y las multitudes votan, entonces hay que entrarles por donde más les gusta. Si hace frío en las escuelas no interesa, que los pibes vayan a estudiar con bufanda. Si la gente se queda sin su casa, qué calienta. Siempre hay lugar para dormir en las iglesias. Y los que no quieren que los barras bravas estén en Sudáfrica son todos unos oligarcas fachistoides que no pueden ver disfrutar a la humilde clase trabajadora.

Hoy somos todos ARGENTINOS. Messi es Argentino. El Diego ES Argentino. Hasta la Brujita Verón volvió a SER Argentino. Ya quedó demostrado en el Bicentenario. La Argentinidad cotiza en bolsa. ¿No viste a toda esa gente disfrutando del producto de estos doscientos años de historia? Era otro país. Un país unido!!!!!!!!!!!!!!!
Pero los políticos están más allá de los mensajes que imparten y de las proclamas que pronuncian. Porque seremos muy Argentinos y estaremos muy unidos, pero la Señora dejó la butaca del Colón vacía. (¡qué espetáculo Cristina, qué espetáculo!)

Como sea. Ahora, justo ahora yo me pongo a pensar estas cosas. Justo ahora que estamos por salir campeones del mundo. Justo ahora que estamos por llegar otra vez a ser una potencia. Qué lindo! Argentina Potencia. Suena bárbaro. Ojalá. Andá a saber.

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